No xornal La Voz de Galicia aparecen habitualmente uns artigos de Cristóbal Ramírez onde descobre lugares naturais pouco coñecidos e
interesantes para percorrer a pé ou en bicicleta. Hai varios deles dedicados ao
concello de Ordes. Este foi publicado o 4 de decembro de 2021.
En ocasiones la geografía parece empeñada en esconder
lugares o edificios que bien se merecen una visita. Eso sucede con la parroquia
de Santa María de Leira, concello de Ordes, que está cruzada por una larga recta
de la carretera a A Coruña y que deja dos pequeños tesorillos a una y otra
mano. Tesorillos que el viajero no ve, simplemente.
En todas las
rutas y excursiones hay una inevitable parte prosaica: cómo ir. Así que
empezando por ahí, déjese Ordes atrás y tras larga recta y dos suaves curvas se
afronta una segunda recta de buenas dimensiones (esto es Galicia) y ascendente
toda ella menos al principio. Ahí no queda más remedio que reducir la velocidad
al entrar en Leira. De manera que ahí hay una iglesia. ¿Una? Pues no, dos. Una
doble grata visita en unos tiempos en los que hay que escapar de las multitudes
y al mismo tiempo se impone respirar aire puro.
De manera que
justo cuando se llega al punto más bajo, que es por donde el asfalto cruza un
arroyo llamado Rego de Covelo Pequeño, se gira a la izquierda por una pista que
parece empeñada en hacer rotar al recién llegado casi 360 grados.
Ahí está la
fuente de Santa Eufemia, muy conocida en toda la zona, en un buen estado.
Internándose unos metros se descubren los restos del Muíño do Cura, todavía con
la piedra en su sitio. A partir de ahí el paso no es dificultoso sino
imposible, pero ese paraje, con una auténtica selva que rompe la corriente,
destila gran belleza.
Siguiendo
unos metros esa pista se alcanza la iglesia parroquial, levantada en un área
muy amplia, nada apretado el cementerio puesto que se construyó algo alejado,
sin ahogar el templo, y con un notable cruceiro de escasa altura y generosidad
de niveles y que es el que realmente recibe al visitante. El templo en sí no va
a deslumbrar a nadie, pero el entorno resulta muy grato.
De vuelta a
la carretera nacional, un centenar de metros más adelante aparece un desvío a
la derecha (ojo, es fácil pasarlo; la mejor referencia es el hotel que queda a
la izquierda del asfalto y que está justo frente a ese desvío), el cual tres o
cuatro minutos después deja al visitante en una aldea llamada Codeseda. Presume
esta de una casa grande (en algunos lugares figura como pazo, aunque quizás con
demasiada generosidad) con un hórreo de enorme anchura que recuerda a algunos
de la comarca de Bergantiños. Y frente a esos edificios, la capilla de Santa
Bárbara, con su campanario que es claramente posterior al resto.
Y de ahí
arrancan, al frente, dos pistas. La de la derecha va a girar al sur y lleva,
tras algo más de dos kilómetros a la pista que por la izquierda lleva a Buscás
y su magnífica iglesia con orígenes románicos, como deja bien claro su
escondida fachada. Y la de la izquierda va a descender, idónea para un paseo
con los más pequeños de la familia, hasta alcanzar el Rego de Covelo menos de 700 metros más allá. Y
si hay ánimo para continuar otro tanto se alcanza As Mámoas, por donde discurre
el Camino Inglés.
Cristóbal Ramírez
FUENTE DE SANTA EUFEMIA: 43º06'55"N 8º23'57"W.
LA MEJOR FOTO: En la fuente de Santa Eufemia.
PARA NIÑOS: El paseo desde Santa Bárbara al río, apto para ellos.
EL DESAFÍO: Remontar unos metros el río después del molino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario