No xornal La Voz de Galicia
aparecen habitualmente uns artigos de Cristóbal Ramírez
onde descobre lugares naturais pouco coñecidos e interesantes para percorrer a
pé ou en bicicleta. Hai varios deles dedicados á comarca de Ordes. Este foi
publicado o 17 de decembro de 2022.
Entra en el capítulo de lo probable que quien diseñó la nacional 550 a su paso por Ordes no tuviera
ni idea de que la hacía discurrir entre dos aldeas prehistóricas: a la
izquierda (dirección A Coruña), el castro de O Casal, y a la mano contraria, el
del monte Ceidón. Que por cierto de monte tiene muy poco, es tan solo un otero
muy arbolado en el que manda el eucalipto rodeado de tierras llanas
descendentes por la que corre el río Cabrón. Al segundo castro es muy fácil
llegarse: se toma la incompleta circunvalación a la entrada de Ordes y se
abandona en la primera rotonda dirigiéndose a Ponte Carreira.
Cuando acaban
los bloques ya aparece a la derecha el desvío señalizado A Espenica, que hay
que tomar. Esa pista, de nombre rúa García Gerpe, ancha y de buen firme,
ascendente con muchas viviendas unifamiliares a diestra y siniestra va a
completar un círculo, de manera que acaba de nuevo en la carretera a Ponte
Carreira.
La aldea
prehistórica va a quedar siempre a la izquierda, pero se tarda en encontrar el
acceso e incluso en algún tramo fue levantada una alambrada que lo impide y
cartel que aconseja ni intentarlo. Antes se ven algunos hórreos sin interés, la
propia aldea de O Castro y una zona de descanso pequeña, con contenedores y un
parque infantil. Es esa zona buen lugar para reflexionar, y si procede,
aprender, sobre la toponimia. Espenica debe ser una variación fonética de
Espenuca, y esta procede de spelunca,
palabra latina que significa cueva o un resguardo pedregoso.
Este último
resulta difícil imaginárselo en este paraje, pero la cueva puedo haber
existido: una cavidad en las laderas sí es posible, lo cual no quiere decir que
fuera el hogar de un eremita (así se dijo en otros lugares), ya que puede
tratarse de una formación natural.
¿Y Ceidón? Si
hubiera una leyenda por los alrededores, que quizás hubo y se perdió, el origen
estaría claro. Pero incluso así lo más probable es que el gran estudioso
gallego de la toponimia Fernando Cabeza
tenga razón: Ceide es un arabismo procedente del nombre personal Zaide. Al
menos abre una posibilidad apasionante: ¿qué hacía un moro por esos pagos? ¿Era
enorme, ya que Ceidón es un aumentativo? ¿Gigante mítico?
Pero
volviendo al terreno, este es casi un castro sitiado. Claro que 300 metros después de
esa zona de descanso arranca un acceso, ahora sí, que conduce al excursionista
a esa auténtica selva que es el curuto del otero.
De nuevo en
la carretera, seguro que hay tiempo para ir a Sar. Pero no al río, sino a la
pequeña aldea que se extiende a la derecha, previa desviación.
¿Y si hay
ganas de andar? Entonces desde el castro la propuesta consiste en dar marcha
atrás y justo antes de la zona de descanso girar a la izquierda, hacia A
Castiñeira. Tras la última de las casas de este lugar parte un camino que va a
conducir precisamente a la última de las casas de Sar, con la advertencia de
que la primera mitad resulta cómoda y la segunda es más engorrosa porque el
exceso de vegetación y el poco uso puede llevar a la pérdida, que en ningún caso
es importante porque el camino es en total poco más de un kilómetro.
En cualquier
caso, luego hay que dirigirse (en coche) hacia el río Cabrón, que salva el
puente de A Pinguela y se toma la desviación señalizada DP-5905. Al medio
kilómetro un cartel a la diestra invita a descender a la Fonte da Mercede,
cincuenta metros andando por zahorra para alcanzar una fuente muy conocida en
toda la comarca, con mesa, bancos y cruceiro [que data de 1947],un entorno de notable alto que no
alcanza el sobresaliente tan solo porque necesita unos poquitos cuidados.
Cristóbal Ramírez
INICIO: 43º04'17"N 8º23'53"W.
LA FOTO MÁS
PERSONAL: En la Fonte da Mercede.
LA AVENTURA: Llegar al castro.
MAPA
RECOMENDADO: Instituto Geográfico
Nacional. 70-III.
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