No xornal La
Voz de Galicia aparecen habitualmente uns artigos de Cristóbal Ramírez onde descobre lugares
naturais pouco coñecidos e interesantes para percorrer a pé ou en bicicleta.
Hai varios deles dedicados ao concello de Ordes. Este foi publicado o 2 de abril de 2022.
En
indoeuropeo (ese paraguas general del que proceden casi todas las lenguas de
Europa y parte de las de Asia), kar equivale a piedra. Y de ahí deriva el
topónimo Cabrón. Nada que ver con la palabra malsonante. Y el río Cabrón nace
en O Mesón do Vento y desciende siempre por territorio de Ordes hasta entrar,
ya en sus últimos metros, en el de Oroso.
El punto de arranque del paseo es la aldea de
As Pombas, que está entre la Nacional 550 a la salida de Ordes (pasada la rotonda y
la consiguiente subida) y la iglesia de Buscás. El Cabrón queda a la derecha,
abajo, y la pista de tierra resulta cómoda de andar -no apta para coches- o
para recorrerla en bicicleta. Cuando se acaba, se desciende, se cruza la corriente
y se sigue andando, ahora por la otra margen.
El tramo que viene a continuación abandona de
manera decidida el discurrir entre colinas y el Cabrón acomete una llanura muy
ancha. La presencia de eucaliptos se mantiene pero a distancia, no están casi encima
del río, como sucede metros atrás. En los días de bruma, con los jirones de
luz, el espectáculo es fantasmagórico. Una vez cruzado el río, a los cien
metros hay que desviarse por una pista sin asfaltar que, en este caso sí, tiene
repoblación de altos eucaliptos a una mano y a otra. A la izquierda se deja una
granja y pasada esta se intuye por dónde va el Cabrón, si bien no se ve.
Medio kilómetro más adelante remata esa pista
y empieza otra. A la derecha, por una zona de monte salvaje, con carballos que
siempre animan, vegetación baja. El río está ahí mismo, pero el bosquete de
ribera impide la visión. Cuatrocientos metros después arranca un camino
alfombrado, casi una corredoira, que permite acercarse a la orilla y tener una
visión diferente. Y al poco se acaba la tierra. A la diestra para cruzar una
corriente. No, no es el Cabrón, es el Rego de Ponte Ribeira, que de estrecho no
tiene nada. Se trata de un afluente que remata su aventura casi ahí mismo.
Otros cuatrocientos metros y el excursionista
va a dar a la N-550. O sea, mucho tráfico. A la derecha y la primera a la
izquierda. Se circula ahora por una carretera de cuyo firme jamás podría
decirse que se encuentra en buen estado. Alguna vivienda salpica en principio
el paisaje. El río queda a la izquierda, ya tiene una envergadura respetable, y
el caudal va a aumentar porque a los doscientos metros se cruza otro pequeño
afluente que en los mapas figura con dos nombres: Rego do Valado y Das
Castañas, el cual cincuenta metros más allá rinde sus aguas al Cabrón. En la
siguiente duda, a la izquierda (hay un trozo de cemento) y vuelta a cruzar el
río trescientos metros más allá, que aquí va muy alegre y cantarín, con aguas
claras y escasa profundidad.
El río parece empeñado en despistar al
intruso, porque se retuerce dando curva tras curva. Es posible marchar siempre
más o menos pegado a él, aunque se pierde de vista porque se interna en un
denso bosque del que sale casi al mismo tiempo que el excursionista pisa
asfalto y ve las casas de Fosado (topónimo que empieza a ser popular porque ahí
se construyó la nueva estación de ferrocarril de Ordes). Hacia la estación hay
que ir bordeando el lugar llamado Baldomar. Y un inciso. Podría pensarse que
Baldomar viene de Val do Mar, curioso topónimo tierra adentro (¿Dónde está el
mar?). El profesor Cabeza Quiles, estudioso de la toponimia gallega, ilustra
que se deriva de un antiguo poseedor de ese territorio, Baldemari, de
Baldomarus.
En fin, en vez de subir a la estación se pasa
por debajo de la vía férrea y se toma el camino de la izquierda, en paralelo a
la Vía Verde que está a punto de inaugurarse. Gran plantación de eucaliptos y
se llega al punto mágico: el lugar exacto, de gran belleza, donde el Cabrón
acaba su recorrido y mezcla sus aguas con las del Lengüelle. De sobresaliente.
Cristóbal Ramírez
EL INICIO: 42º05'49"N 8º23'10"W.
LA FOTO MÁS PERSONAL: En la desembocadura.
TIEMPO: Una jornada relajada si se va andando.
EN BICICLETA: Itinerario factible con unos metros peligrosos al cruzar la N-550.
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