sábado, 25 de noviembre de 2023

Rodando por Vilasenín

  No xornal La Voz de Galicia aparecen habitualmente uns artigos de Cristóbal Ramírez onde descobre lugares naturais pouco coñecidos e interesantes para percorrer a pé ou en bicicleta. Hai varios deles dedicados á comarca de Ordes. Este foi publicado o 31 de decembro de 2022.
 
 
  Si se echa un vistazo a Google Maps, el embalse de Vilasenín, en esa zona alta que delimita las tierras que miran a Compostela con las que lo hacen hacia el golfo Ártabro, no es más que una mancha azul tirando a negro que no anima en absoluto a llegarse hasta allí. O sea, justo lo contrario de lo que se encuentra quien se acerque a los límites del municipio de Cerceda. En realidad, las aguas de este embalse se reparten entre este concello y el de Ordes, en el que también entrará el excursionista.
  Súmesele que arribar a las cercanías de esa obra del hombre alimentada por cuatro arroyos (Prados, Fonte da Pedra, Uceira y Nosa Señora) es sumamente fácil: desde Cerceda a Mesón do Vento y pasada A Brea desvío a la derecha rumbo a Porta do Nó, y a la salida de esta aldea, a la derecha. Ese es el punto de partida.
  A partir de ahí el recorrido se puede hacer en coche sin problemas y conduciendo muy despacio, pero resulta idóneo para los amigos de la bicicleta. No de los de andar por el monte bravo, sino idóneo para los que gustan de ir despacio, sin apenas subidas ni bajadas (y las que hay son cortas y muy suaves).
 
 
  Todavía no se ve el embalse, ni cuando ante una parada de bus tercermundista se elige la derecha, alejándose de San Cosmade. Y así se llega al gran muro que retiene el agua, por encima de la cual es posible pasar. Muy estrecho, pero incluso los camiones se atreven a ir por ahí, lo cual sin duda tiene su mérito.
  Toca subir algo menos de un kilómetro, y ahí, en ese cruce que por la derecha conduce a A Espiñeira, por la izquierda baja una pista que, serpenteando, conduce a Meitufe. Parada obligada porque esa colina de la derecha, un auténtico bosque de difícil tránsito por sus entrañas, es un castro con unas notables murallas aunque la vegetación impida contemplarlas en su totalidad, y el lugar se llama así, Coto dos Castros.
  Si se ha elegido la mañana, el lugar se mostrará generoso en nieblas, de forma que la aparición ante los ojos del embalse encierra algo de fantasmagórico.
 
 
  La pista va algo elevada, dejando agua a un lado, brañas al otro, No hay pérdida, aunque justo al pasar el Uceira el asfalto se aparta de la orilla para recorrer los campos de Tirás y regresar a la ribera a la altura del puente que salva el Fonte da Pedra. Ahí mismo hubo dos molinos de los que solo quedan restos, el de A Braña y el Novo, pero no se divisan. Quienes quieran hacerles una foto deberán ir caminando 400 metros desde Tirás.
Y suave subida final. Ante los ojos el gran seto que anuncia que el excursionista está de nuevo en Porta do Nó.
Cristóbal Ramírez
 
INICIO: 43º09'05”N 8º24'52”.
LA FOTO MÁS PERSONAL: En el puente de Fonte da Pedra.
PARA NIÑOS: Idóneo.
MAPA RECOMENDADO: Instituto Geográfico Nacional 70-I.

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