domingo, 14 de marzo de 2021

A Torre de Morgade

 

 A arqueóloga Mª del Rosario Valdés Blanco-Rajoy, por certo descendente de Eduardo Pondal, investigou e publicou "Las fortalezas medievales que jalonaban la ruta jacobea entre Santiago y Betanzos", varias delas na comarca ordense. Velaquí as liñas que dedica á desaparecida Torre de Morgade
 
   De la fortaleza de Morgade encontramos noticias en el año 1354, cuando Lope Pérez de Moscoso obtiene permiso del arzobispo Gómez Manrique para hacer una casa forte enno castro de Morgade, en la misma parroquia de San Pedro de Ardemil. Las condiciones eran las habituales: recibir al prelado “irato o pacato”, con muchos o con pocos, hacer la guerra o la paz desde la fortaleza cuando se lo exigiera el arzobispo y una desusada: derribar la casa de Moscoso hasta el primer sobrado cuando la de Morgade tuviese el segundo.
   Quiere esto decir que, de cumplirse estas condiciones, la edificación de ese castillo supuso la desaparición del de Moscoso. El topónimo “castro” referido a Morgade sugiere la existencia de una fortificación anterior.
 

   La fortaleza de Morgade se localiza a unos 2,5 Km al norte de la de Moscoso; se emplazaba sobre el reborde montañoso que separa las tierras altas de la cuenca del Tambre de la franja costera; estaba en el límite meridional del valle de las Encrobas, enfrentada a la cabecera del valle de la Barcia. Controlaba, desde lo alto y a distancia, el camino medieval de Coruña a Santiago, en concreto el tramo que baja de Ardemil al llano costero.
 
 
   El lugar conocido con el nombre de A Torre o Castro de Morgade, donde se localiza esta fortaleza, se encuentra a unos 250 metros al Norte de la aldea de Morgade, en un entorno eminentemente rural; son fincas aisladas de la población. El enclave lo constituye un espolón de la parte alta de una ladera que se adelanta sobre la confluencia de dos arroyos y se une al territorio circundante por el Sur. Es fácilmente defendible. La fortificación se organiza en torno a una mota de tierra de unos 6 metros de altura. La parte alta de dicha mota se encuentra explanada y constituye un recinto de planta circular de unos 25 metros de diámetro. No se aprecian restos de muralla o cerca alguna que rodee su perímetro. En este recinto se levantaría la torre y “casa forte” con varios sobrados, tal como se dice en la documentación; no quedan vestigios superficiales de semejante edificio, pero se observan socavones excavados hace relativamente poco tiempo, de los que al parecer se ha extraído gran cantidad de canterías labradas y piedras sueltas. Por el sur, punto en que la mota se une al territorio circundante y por tanto en el lado más accesible y vulnerable, se excavó un foso que hoy en día tiene unos tres metros de profundidad. Una ligera elevación del terreno parece indicarnos que al foso le precedía una barrera de tierra, aunque es difícil asegurarlo, ya que el monte en que se emplaza el yacimiento se ha trabajado repetidamente y recientemente se ha roturado para hacer una plantación de eucaliptos. Por los restantes lados es la propia pendiente de la mota y de la ladera del monte la que sirve de defensa; al norte, la pendiente natural, en sus primeros metros, está constituida por rocas de aristas vivas de caída vertical.
 
 
   Sobre este yacimiento, Fachado Estévez recoge de boca de los vecinos del lugar la siguiente información: “antiguamente existió sobre esta colina una “casa” edificada por los moros con hermosos y elaborados muros de sillería; también cuentan los lugareños que allí aparecían frecuentemente cantos trabajados, algunas tejas y otros materiales, existiendo la leyenda de que los moros guardaban en aquella casa importantes cantidades de oro”.
 
   Los testigos del Pleito Tabera-Fonseca coinciden en señalar que la fortaleza pertenecía a la casa de Altamira, precisando uno de ellos que era de Álvaro Pérez; cuatro de ellos mencionan que fue abatida por la hermandad y otros dos que fue obra de Fernando de Acuña por mandato real; de éstos -Gonzalo de Cardeleiro- añade que la hicieron derrocar en nombre del rey por los males que de ellas hacian y que decían que hera nuebamente fechas.
 
   Vasco de Aponte relata que Fernando de Acuña le tomó Morgade a Lope Sánchez. Asimismo, que García Mártiz de Barbeira por orden de Lope Sánchez de Moscoso levantó Morgade que confería con muchos señoríos extraños y mucho espantaba. Pusieron por merino a Gonzalo Pérez de Gontín, casado con una hermana bastarda del conde Lope Sánchez. Continúa el cronista diciendo que de allí en adelante aprovechó la fortaleza para defenderse del arzobispo y del conde Sancho Sánchez de Ulloa, su tío.
Mª del Rosario Valdés Blanco-Rajoy

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