domingo, 29 de abril de 2018

Carta desde Teixeiro

  Esta é unha carta publicada no xornal da Coruña "El Ideal Gallego" o 14 de febreiro de 1918, titulada "Desde Teijeiro", onde o autor se queixa ao deputado do distrito das poucas obras públicas na súa parroquia. En fin, nada novo baixo o sol. Se cambiásemos os nomes valería para hoxe e probablemente valerá para dentro de cen anos.

  Anda por estos mundos montañeses una hoja impresa donde se contiene todo un programa de mejoras para el distrito de Órdenes. La firma don Alfonso Senra y en ella expone sus deseos de alcanzar de nuevo la representación de los electores de Órdenes en el Parlamento, «en donde continuará defendiendo la "política de Cultivo y Cultura" que personifica su ilustre jefe don Rafael Gasset».
  El señor Senra hace una especie de estado comparativo exponiendo en elogiosos términos la provechosa actuación de los administradores municipales adictos a la política de don Rafael Gasset.
  Dice el señor Senra: "Bajo la inteligente y asidua dirección de don Saturnino Aller, ha encontrado el distrito una ventaja económica de más de ochenta mil duros". Y añade: "Además, durante todo el tiempo de mando de los mauristas y del Marqués de Figueroa no se ha conseguido una sola peseta del Estado para obras en el distrito de Órdenes. Por el contrario, desde que los adictos del señor Gasset gobiernan los comunes intereses, el Tesoro Público ha aportado una respetable suma de miles de duros; valgan como ejemplo la carretera de Curtis a Carballo, el camino de Órdenes a Puente Carreira y los estudios para el de Órdenes a Puente Chonia".
  El clásico botón de muestra poco dice acerca de la labor que hubiera podido realizarse en años y años de inercia aplastante. Poco importa que calcemos unas botas nuevas y lustrosas si el resto de la indumentaria no sirve. Llamará la atención nuestro calzado y asqueará lo demás por no ajustarse a la armonía imprescindible del conjunto. Y esto es lo que nos pasa: botas nuevas y el traje astroso y mugriento.
  El partido de Órdenes -entérese el señor Senra- no se compone solamente del pueblo que a espaldas de la estación de Curtis se extiende, ni se limita a Mesía y sus cercanías y algún otro punto, donde, no cabe dudarlo, se han llevado a cabo algunas mejoras de muy relativa importancia. No. El partido de Órdenes está comprendido por varios ayuntamientos rurales, a alguno de los cuales no ha llegado nunca el beneficio oficial, ni aún siquiera el aire de sublime protección con que suele saturar el ambiente la voz de nuestros representantes en el Parlamento.
  Aquí, en este rincón, centro del Ayuntamiento de Curtis, no hemos logrado nunca -a pesar de haberlas solicitado insistentemente- una sola mejora que beneficiase los intereses locales. Incomunicados por los cuatro vientos, solo Dios sabe cuando nuestra vida se verá libre del estancamiento de que es presa. Veinte años hemos esperado por una carretera cuyos trabajos comenzados dan la sensación de las cosas que no han de llegar nunca a tener fin. En el aire se comenzaron dichos trabajos. Se empezó por el segundo trozo para ir al quinto sin haber hecho el primero. Y este, como el último trozo, están incubándose aún y saldrán a la luz cuando alguna mano piadosa quiera sacarles de encima el enorme "croyo" que sobre ellos pesa. Nos referimos a la carretera titulada: "De la carretera general a la de La Golada y Betanzos por Teijeiro y Sobrado" estacionada, más aún, sin salida en Castro y Teijeiro respectivamente.
    Nosotros creemos muy posible y hasta nos atreveríamos a afirmar que el señor Senra obtendrá el número de votos suficientes para seguir representando a Órdenes en las futuras Cortes. Por ese lado nada tiene que temer el político liberal, pues aquí, en Curtis como en otros muchos ayuntamientos rurales vivimos de "frases hechas" y de ningún modo ni bajo pretexto alguno habremos de cambiar por otro el papelito obligado...
  Pero si don Alfonso Senra ha de saborear cumplidamente la almibarada fruta del triunfo, le rogamos que él, él mismo en persona recoja las aspiraciones de todos los pueblos del distrito electoral de Órdenes, recorriendo esos pueblos uno por uno y ahondando en sus necesidades más urgentes.
  Los pueblos rurales solo han menester vías de comunicación para que se desborde el río de oro que esconden en su fecundísima entraña. El político que logre poner en práctica el programa de carreteras y caminos vecinales, puesto como cebo en toda época de elecciones con el fin de que el pueblo pique, será el ídolo que arrastre tras de si a las multitudes. El señor Senra habla en su hoja-programa de mejoras en lo sucesivo, de voluntad y de experiencia. Nosotros solo aspiramos a que el señor Senra se haga cargo de una cosa: de que el cuerpo tiene cabeza, tronco y extremidades.
Los electores del Rincón.

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