Nos anos 60 e 70 estaba de moda levar nos
cristais dos coches adhesivos con frases alusivas a Galicia ou á cidade ou vila
do condutor. Siniestro Total aproveitaron moitos destes eslóganes para poñer
a letra a "Home sweet Alabama"
e crear o himno "Miña terra galega".
A frase que tiñamos para Ordes era "Órdenes,
terra de caciques e do bo xantar". Ignoramos quen inventou o lema pero si
sabemos de onde xurdiu a noción de que Ordes era un lugar especialmente dotado
de caciques, coma se noutros lugares de Galicia non os houbese.
Unha vez máis podemos botarlle a culpa ao
liberal Saturnino Aller e á súa
longa etapa de dominio do noso distrito. A prensa conservadora (para quen os
caciques do Partido Conservador pasaban desapercibidos) foi a inventora e
difusora de que o caso de Ordes era especial.
Destacaba sobre todo El Ideal Gallego que,
desde a súa fundación en 1917, converteuse en azoute de Aller, especialmente
cando o seu director foi Jacobo Varela de Limia Menéndez, que competiu infrutuosamente en dúas eleccións con Alfonso Senra para as Cortes polo noso
distrito.
Vexamos un artigo de febreiro de 1922 de
Francisco Antonio Sánchez Garcia (Antón
de Pepiño), escritor nacido en Teixeiro e, por tanto, bo coñecedor destas
terras.
Galicia
es una región española y Órdenes un pedazo de tierra gallega. [...] Moral y
físicamente Órdenes y Galicia se parecen. Ambas son reclamo de bondades y
vigoroso empuje ... Y en su pasado encuéntraseles una sensible semejanza
también. Galicia ha venido siendo la cenicienta de España y Órdenes la fregona
de España y de Galicia.
Galicia fue otrora campo experimental de caciques. Órdenes continúa
siendo campo de caciques experimentados. En la cátedra. En parte alguna se
ejercita mejor esa abstrusa y archidifícil ciencia. Cuando un labriego haga
ante ustedes alarde de sabiduría y hondos conocimientos en materia caciquil, no
se molesten ustedes en preguntarle por la cédula de vecindad: ¡Es de Órdenes!
En Órdenes no se ha hecho nunca más que política. Órdenes prosigue
viajando en el carril de los sometimientos "a forciori". Y ni aún
parodiando a Dante se podría lanzar hoy en Órdenes el gemebundo "lasciate
una esperanza". [...]
O mesmo ano Enrique M. Santos, comparando Ordes con Ortigueira escribe:
[...]
Por eso el labrador de Órdenes, colono, por regla general, y que vive esclavo
del usurero, del cacique y del comerciante, al que cuando pide justicia se le
contesta enseñando el mauser*, tiene que vivir triste, abatido. La tierra,
inculta, árida, con la agricultura atrasadísima, sin árboles, imprime al hombre
un carácter de nostalgia. Da pena ver extensiones inmensas (por ejemplo en Cabruy
existe un monte de 400 ferrados sin una sola hierba) completamente desnudas de
vegetación. Algo (ya en otra ocasión lo dije) puede hacerse por medio del
reciente R.D. sobre repoblación forestal, formando robledales, que es la madera
que más allí se aprecia; pero es muy poco esto, si los propietarios, con los
Sindicatos medianeros, no se deciden a desprenderse de tierras que apenas les
producen y que venderían en buenas condiciones. [...]
Para rematar, e sen relación co anterior,
unha breve descrición da vila de Ordes no mesmo xornal por un tal E.C.A.
Ya en
las alturas del Mesón del Viento, donde se celebra la sonada feria de la Adina
[...] comienza el descenso y la tristeza y la melancolía de aquellas soledades
luego se anima y cobra vida en la risueña nota de color que nos sale al
encuentro viendo la villa de Órdenes tendida en el vallecito en el que se
asienta la capital de partido.
A lo largo de la carretera se expande el elegante y moderno caserío
entre el que destacan la cárcel*, el Campo de la feria, la fuente de cristalina
y fresca agua, la moderna parroquial y la antigua, consagrada esta a Nuestra
Señora de Lourdes.
*Mauser era a marca do fusil
usado por moitos exércitos naqueles tempos.
O vello cárcere do s. XIX estaba no lugar que
hoxe ocupa a Casa do Concello.
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