Esta é unha carta
publicada no xornal da Coruña "El Ideal Gallego" o 14 de
febreiro de 1918, titulada "Desde Teijeiro", onde o autor
se queixa ao deputado do distrito das poucas obras públicas na súa parroquia.
En fin, nada novo baixo o sol. Se cambiásemos os nomes valería para hoxe e
probablemente valerá para dentro de cen anos.
Anda por estos mundos montañeses una hoja impresa donde se contiene todo
un programa de mejoras para el distrito de Órdenes. La firma don Alfonso Senra
y en ella expone sus deseos de alcanzar de nuevo la representación de los
electores de Órdenes en el Parlamento, «en donde continuará defendiendo la
"política de Cultivo y Cultura" que personifica su ilustre jefe don
Rafael Gasset».
El señor Senra hace una especie de estado comparativo exponiendo en
elogiosos términos la provechosa actuación de los administradores municipales
adictos a la política de don Rafael Gasset.
Dice el señor Senra: "Bajo la inteligente y asidua dirección de don
Saturnino Aller, ha encontrado el distrito una ventaja económica de más de
ochenta mil duros". Y añade: "Además, durante todo el tiempo de mando
de los mauristas y del Marqués de Figueroa no se ha conseguido una sola peseta
del Estado para obras en el distrito de Órdenes. Por el contrario, desde que
los adictos del señor Gasset gobiernan los comunes intereses, el Tesoro Público
ha aportado una respetable suma de miles de duros; valgan como ejemplo la
carretera de Curtis a Carballo, el camino de Órdenes a Puente Carreira y los
estudios para el de Órdenes a Puente Chonia".
El clásico botón de muestra poco dice acerca de la labor que hubiera
podido realizarse en años y años de inercia aplastante. Poco importa que
calcemos unas botas nuevas y lustrosas si el resto de la indumentaria no sirve.
Llamará la atención nuestro calzado y asqueará lo demás por no ajustarse a la
armonía imprescindible del conjunto. Y esto es lo que nos pasa: botas nuevas y
el traje astroso y mugriento.
El partido de Órdenes -entérese el señor Senra- no se compone solamente
del pueblo que a espaldas de la estación de Curtis se extiende, ni se limita a
Mesía y sus cercanías y algún otro punto, donde, no cabe dudarlo, se han
llevado a cabo algunas mejoras de muy relativa importancia. No. El partido de
Órdenes está comprendido por varios ayuntamientos rurales, a alguno de los
cuales no ha llegado nunca el beneficio oficial, ni aún siquiera el aire de
sublime protección con que suele saturar el ambiente la voz de nuestros
representantes en el Parlamento.
Aquí, en este rincón, centro del Ayuntamiento de Curtis, no hemos
logrado nunca -a pesar de haberlas solicitado insistentemente- una sola mejora
que beneficiase los intereses locales. Incomunicados por los cuatro vientos,
solo Dios sabe cuando nuestra vida se verá libre del estancamiento de que es
presa. Veinte años hemos esperado por una carretera cuyos trabajos comenzados
dan la sensación de las cosas que no han de llegar nunca a tener fin. En el
aire se comenzaron dichos trabajos. Se empezó por el segundo trozo para ir al
quinto sin haber hecho el primero. Y este, como el último trozo, están
incubándose aún y saldrán a la luz cuando alguna mano piadosa quiera sacarles
de encima el enorme "croyo" que sobre ellos pesa. Nos referimos a la
carretera titulada: "De la carretera general a la de La Golada y Betanzos
por Teijeiro y Sobrado" estacionada, más aún, sin salida en Castro y
Teijeiro respectivamente.
Nosotros creemos muy posible y hasta nos
atreveríamos a afirmar que el señor Senra obtendrá el número de votos
suficientes para seguir representando a Órdenes en las futuras Cortes. Por ese
lado nada tiene que temer el político liberal, pues aquí, en Curtis como en
otros muchos ayuntamientos rurales vivimos de "frases hechas" y de
ningún modo ni bajo pretexto alguno habremos de cambiar por otro el papelito
obligado...
Pero si don Alfonso Senra ha de saborear cumplidamente la almibarada
fruta del triunfo, le rogamos que él, él mismo en persona recoja las
aspiraciones de todos los pueblos del distrito electoral de Órdenes, recorriendo
esos pueblos uno por uno y ahondando en sus necesidades más urgentes.
Los pueblos rurales solo han menester vías de comunicación para que se
desborde el río de oro que esconden en su fecundísima entraña. El político que
logre poner en práctica el programa de carreteras y caminos vecinales, puesto
como cebo en toda época de elecciones con el fin de que el pueblo pique, será
el ídolo que arrastre tras de si a las multitudes. El señor Senra habla en su
hoja-programa de mejoras en lo sucesivo, de voluntad y de experiencia.
Nosotros solo aspiramos a que el señor Senra se haga cargo de una cosa: de que
el cuerpo tiene cabeza, tronco y extremidades.
Los electores del Rincón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario