Mergullado na Internet, buscando en antigos
libros, descubrín un ignoto (polo menos para min) personaxe ordense, anterior a
Isabel Zendal. Trátase de Pedro Vellón (1541-1601), un ilustre
xesuíta do século XVI, do Colexio de Alcalá de Henares.
Velaquí unha peculiar biografía súa escrita
polo tamén xesuíta Juan Antonio de
Oviedo nun libro de título sumamente longo e que abreviarei como "Elogios".
Manteño o idioma e a ortografía daquela época.
ELOGIO DEL HERMANO Pedro
Vellon
Fue el
hermano Pedro Vellon natural de Santa Maria de las ordenes, lugar de la Diocesi de
Santiago. Entró en la Compañia en el Colegio de Alcalà el dia veinte, y tres de
Noviembre de 1567, siendo de veinte, y seis años de edad. En ella exercitó el
oficio de cantero, que en el siglo avia aprendido, en todas las partes de la
Provincia endonde avia obra. Desde los principios le diò el Señor un grande don
de oración, y trato con su divina Magestad, y un continuo teson de mortificarse
con rigorosas penitencias. Contento con la comida de medio dia jamàs cenaba. Su
sueño era poco, y esse en el suelo con una piedra por cabezera, y dormia con
una soga ceñido el cuerpo, y por algún tiempo durmió en uno como cajon, o ataud
para tener presente la memoria de su muerte. Quando vivió en el Villarejo, su
aposento era tan estrecho, que apenas cabia en èl una Persona, porque era un
hueco en la pared expuesto à todas las inclemencias del Cielo. Cada dia tomaba
tres disciplinas con tanto rigor como si los golpes dieran en una piedra. Antes
de oír Missa, y de ir à su trabajo ordinario tenia tres horas de oracion. La
primera gastaba en alabanzas divinas, combidando à todas las criaturas, à que
con èl le alabassen. La segunda empleaba en pedir à Dios por todas las
necessidades de la Iglesia, de sus Proximos, y suyas. La tercera dedicaba à la
meditación de la vida, Passion, y Muerte de Nuestro Redentor, A la noche antes
de recogerse à dormir tenia otras dos, ò tres horas de oracion. Los dias de
fiesta, en que descansaba del trabajo, los empleaba en oìr Missas quantas
podia, y en oracion, y esto siempre de rodilla, y por esta causa se le hicieron
en ellas dos callos tan grandes, y duros como dos medias bolas, desuerte que en
essos dias de fiesta gastaba de ordinario doze horas en oracion.
Con estos exercicios consiguió una grande
victoria de sus passiones, y unas virtudes tan solidas, que no avia quien
notara en su porte de vida alguna falta, siempre andaba alegre, y con una boca
de risa, sirviendo en quanto podia à todos. Queriendo Dios premiar à este su Siervo,
un Lunes por la mañana, estando en oracion, se quedo muerto derepente. Y sirvio
à todos los del Colegio de gran consuelo, porque aunque fue repentina su muerte
no fue desprevenida, pues tofa su vida avia sido una continua preparacion para
la muerte, y el dia antes se avia confessado, y comulgado. Sumuerte fue el dia
trece de Septiembre de 1601, teniendo sesenta años de edad, y treinta, y quatro
de Compañia. La piedra, que le servia de almohada para dormir se guardo como
reliquia de un varon tan Santo, y se reparó, que en ella estaba como cabado el
lugar, endonde ponia la cabeza. Escribió su vida el Padre Nieremberg en el
tercer tomo de los Varones ilustres de la Compañia, y brevissimamente el Padre
Nadasi en su Annus Dierum memorabilium
Societatis Jesu.
Esta biografía é tomada dun libro anterior do tamén xesuíta Juan Eusebio Nieremberg de 1645. Este último nomea o lugar de orixe como Santa Maria de Ordenes (non "de las ordenes"). Tamén hai diferencias nalgunhas frases: "Tenia el oficio de cantero, el qual exercitó en la Compañia hasta la muerte, en diversas partes donde avia obra".
Esta biografía é tomada dun libro anterior do tamén xesuíta Juan Eusebio Nieremberg de 1645. Este último nomea o lugar de orixe como Santa Maria de Ordenes (non "de las ordenes"). Tamén hai diferencias nalgunhas frases: "Tenia el oficio de cantero, el qual exercitó en la Compañia hasta la muerte, en diversas partes donde avia obra".
No hay comentarios:
Publicar un comentario