domingo, 15 de noviembre de 2020

A Torre de Buscás

 A arqueóloga Mª del Rosario Valdés Blanco-Rajoy, por certo descendente de Eduardo Pondal, investigou e publicou "Las fortalezas medievales que jalonaban la ruta jacobea entre Santiago y Betanzos", varias delas na comarca ordense. Velaquí as liñas que dedica á desaparecida fortaleza de Buscás. 

   Desde A Calle se continuaba a San Xulián de Poulo donde hubo un hospital para pobres y peregrinos; poco más adelante se cruzaba el puente de Vilariño y de ahí se iba a San Paio de Buscás cuyo caserío lleva también el nombre de A Rúa en clara relación con el camino.

   El 27 de abril del año 1430, nos consta que Alonso de Mendoza recibió del arzobispo compostelano varias feligresías que, con anterioridad y en iguales condiciones, fueron concedidas en terraria a doña Constanza de Mesía y a don Lope de Mendoza. En tierra de Montaos, don Alonso obtuvo las feligresías de “San Lorenzo del Hospital” y “San Giao de Poulo” y el coto de “Buyocaz” [Buscás], lugares todos ellos situados sobre el camino frangíneo.


  Conocemos la existencia de una torre en Buscás por la toponimia y por sus restos arqueológicos; esta torre bien pudiera corresponder al coto de Buyocaz. Se encontraba unos 250 m. al nordeste del lugar de A Rúa, sobre la margen derecha del camino. Estaba emplazada en un terreno montuoso actualmente poblado por árboles caducifolios, entre los que se extiende la maleza; las fincas colindantes están dedicadas al cultivo y en su conjunto se denominan “Agra da Torre”. El enclave lo constituye una pequeña elevación situada en un meandro de la margen derecha del “Rego do Cabo”, afluente del río Cabrón. Por el Este existe una acusada caída hacia el fondo del arroyo, mientras que el lado Oeste constituye una zona sumamente accesible.

 
  La fortificación se organizaba en torno a una mota que conserva unos dos metros de altura, cuya parte superior constituye un recinto de planta cuadrangular de 25 metros de lado. Toda el área aparece socavada; posiblemente se extrajo de ahí piedra y canterías para ser reaprovechadas; a simple vista no se observan restos de ningún cercado que defendiese este recinto, aunque es muy probable que sí lo hubiese. Por el lado Este, el recinto se asoma al Rego do Cabo, mientras que por los restantes lados existe un foso que tiene por término medio unos 5 metros de ancho y en algunos puntos alcanza gran profundidad, a pesar de hallarse parcialmente colmatado. Antecede al foso una explanada que rodea el recinto central y que tiene unos 20 metros de anchura por término medio; la explanada se eleva entre 1,5 y 2 m. sobre el territorio circundante.

   Por lo que se puede ver en superficie, no es posible asegurar que esta explanada estuviese defendida por una muralla, sin embargo la notoria elevación del terreno al Norte y al Sur de la zona perimetral nos hace pensar en los restos de algún tipo de cercado. Este asentamiento no se menciona en la documentación medieval, ni conocemos reseña histórica alguna que se refiera a él.

   En un contexto y lugar indeterminado de la parroquia de San Paio de Buscás se encontró hace unos años un conjunto de 16 monedas de vellón de Alfonso IX de León, consistente en 14 dineros y dos óbolos de la ceca compostelana, hechos en plata y que han sido fechados en la primera mitad del siglo XIII. Las piezas se hallan hoy en parte confundidas con las de otro conjunto y con algún ejemplar suelto del mismo tipo de moneda, todas de procedencia desconocida y conservadas en el museo provincial de Lugo [Tesouriño de Buscás]. Quizá pudiera ponerse la torre de Buscás en relación con este hallazgo. 
Mª del Rosario Valdés Blanco-Rajoy

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